El Sistema de Innovación Agropecuaria quiere ver la luz

Posteado por Duraplas | 23 Jun 2017 | Campo
El Sistema de Innovación Agropecuaria quiere ver la luz

Pasar de la asistencia técnica a la extensión agropecuaria y la creación del Plan Estratégico de Ciencia, Tecnología e Innovación Agropecuaria son aspectos que contempla el proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria.

El director de Corpoica, Juan Lucas Restrepo, es optimista y confía en que este mismo mes el Congreso le dé el visto bueno. Reconoce que implementarlo no será fácil.

“Este sistema no es una meta ilusa, es un objetivo que requiere de compromiso político, pero se puede lograr”, dice Restrepo.

¿Sí hay ambiente para el Sistema Nacional de Innovación Agropecuaria?

Somos muy optimistas en la medida en que en toda esta etapa previa a los primeros debates en el Congreso hemos tenido la oportunidad de interactuar con gremios, academia, organizaciones de productores, organizaciones de asistencia técnica y vemos que, entre más se conoce y más se comprende el proyecto, la gente se da cuenta de lo ambicioso e importante que es, entonces más acompañamiento tenemos, y eso debe significar que el debate en el Congreso, y ningún debate allí es fácil, sea más tranquilo. 

Esperamos que a finales o mediados de mayo tengamos un proyecto de ley de gran importancia, y de una enorme dificultad en su implementación, eso hay que tenerlo claro.

¿Por qué se habla de agropecuario y se excluye lo agroindustrial?

Porque el sistema cubre las cadenas de valor, se entiende que es lo que pasa más allá de la finca, poscosecha, transformación primaria, mercadeo, todo el enfoque de cadena de valor, entonces, no estamos sacrificando ámbito en ningún momento. 

Fue una transacción muy importante para poder llegar a que el sujeto de esa ley fuera el productor agropecuario y no separar, por un lado el campesino y por el otro, el agroindustrial, que hoy se han vuelto términos muy peyorativos y con connotaciones ideológicas. El productor agropecuario es un lugar que lleva a que una ley de innovación no arranque con resistencias.

 

¿Cuáles son las bondades del proyecto?

Tiene una muy buena aproximación a lo que se requiere para innovar, pues esto no es un tema de tecnología o de conocimientos duros, sino que es un tema de actitud, de competencias, de lo transdisciplinario, que lo académico hable con lo no académico; que lo educativo, el extensionismo y la investigación se coordinen y se articulen; que exista en el nivel territorial departamental una planificación de mediano plazo.

Es un sistema que resuelve buena parte de las falencias que muestra el pasado Censo Nacional Agropecuario de que solo el 15 por ciento de los pequeños productores reconocen, alguna vez, haber recibido un acompañamiento técnico, que es una cifra terrible, cuando el mundo lo que requiere es, justamente, incorporar conocimiento para que haya progreso técnico y económico. El sistema busca cerrar muchas de esas brechas.

¿Cómo medir su impacto? 

El universo de productos agropecuarios del país es tan grande y está tan desatendido que si logramos lo que predica la ley, que es una concurrencia de fuentes, de responsabilidades entre lo territorial y lo nacional, o sea, que esto tenga la financiación debida, se va a generar una cobertura cada vez más universal; implica un mercado laboral enorme para los agrónomos, los zootecnistas, pero también para los administradores de empresas agropecuarias y muchos otros que van a tener que apoyar a los productores con temas que van más allá de lo clorofílico, del tema de diagnóstico de su planta de maíz, como cuál es su entorno, cuál en su sistema productivo, cuál es su mercado, cómo accede a los temas financieros; esto es algo mucho más complejo, más integral, que le debe dar mucho más valor al sector agropecuario en el mediano plazo.

¿Cuántos recursos se requieren?

Hay unas estimaciones de la Misión Rural, de la Misión para la Transformación del Campo, que tasó para los próximos 10 años, más o menos, en un billón de pesos anuales. Las distintas fuentes de financiación que se requieren para que este sistema pueda operar en ese primer nivel, que es el del extensionismo agropecuario, deben sumar un billón anual, solo para soportar un modelo de extensión agropecuaria.

¿De dónde saldrá la plata?

Esa plata ya está en muchos lugares, hay muchos ministerios, muchas agencias que hoy tienen esos recursos y los manejan de forma desarticulada. Si logramos identificar esos recursos y logramos comprometer a que estos se ejecuten bajo lo que determine la ley, pues ya parte de los recursos están, y el resto sería ver cómo el Sistema General de Participaciones, las regalías y el Presupuesto Nacional concurren.

Fuente: El Tiempo

Tags
Campo ,
Comentarios