El costo del gasoil de la campaña y la factura del flete en camión de los granos a los acopios y los puertos son dos variables clave en los números de los productores y también un indicador relevante para analizar la competitividad de la cadena agrícola argentina.

Hay dos estudios de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) que proyectan cuál va a ser la inversión en gasoil, cuando se termine de trillar el último lote del ciclo 2016/17, y cuánto está costando mover los granos en camión, en comparación con otros competidores estratégicos, como Brasil y Estados Unidos.

Este último número es central: porque el 85% de la cosecha argentina se mueve en camión. En la campaña 2016/17, la Bolsa rosarina estima que se van a invertir U$S 3.936 millones en transportar en camión lo soja, el maíz y el trigo, entre otros cultivos, a los acopios, industrias procesadoras y terminales portuarias.

En distancias largas, el costo de transportar los granos en tren es cuatro veces más económico que hacerlo en camión.

En la Argentina transportar una tonelada de grano en camión cuesta U$S 0,110 por kilómetro para una distancia corta, por ejemplo desde General Deheza (en Córdoba) a uno de los puertos de Rosario (son unos 320 kilómetros). Un camionero brasileño cobra, en cambio, U$S 0,061 por la misma distancia y en Estados Unidos vale U$S 0,065.

“En otras palabras, el flete camionero argentino resulta 70% más caro que el estadounidense y 76% más caro que el brasileño, para distancias equivalentes”, indican Julio Calzada y Emilce Terré, de la Dirección de Informaciones y Estudios Económicos de la Bolsa rosarina.

En el caso de un flete más largo; por ejemplo, los 1.150 kilómetros que hay que recorrer desde Joaquín V. González en Salta hasta Rosario, en la Argentina la factura del flete por cada tonelada vale U$S 0,056 por kilómetro y en Brasil U$S 0,034; es decir, un 40% más barato. La bonificación del Plan Belgrano (un reintegro del 5% sobre el valor FOB de referencia) achica esta brecha, pero aún así el costo del productor local sigue siendo más elevado que el de los agricultores brasileños.

La Bolsa rosarina también estima que en la campaña 2016/17 el consumo de gasoil va a crecer un 11%. Con la cosecha casi finalizada, la proyección adelanta que se van utilizar 2.032 millones de litros de gasoil para sembrar, pulverizar y cosechar los cultivos, procesarlos y transportarlos a los acopios y los puertos.

Representa una inversión de 2.264 millones de dólares o unos 38.200 millones de pesos (la cifra surge de multiplicar el total de litros proyectados por el costo actual del litro de gasoil). En el ciclo anterior se habían utilizado 1.831 millones de litros de este combustible.

El aumento del consumo de gasoil está relacionado con el incremento del área sembrada con granos en la Argentina (de 35 a 36 millones de hectáreas). También con el crecimiento de la cosecha de granos, que pasó de 109,7 millones de toneladas (ciclo 2015/16) a unas 125,5 millones de toneladas esta campaña, de acuerdo a las proyecciones de la entidad.

“Influyo en este indicador el aumento de la producción de maíz de 30,1 a 38 millones de toneladas, el incremento en la producción de trigo de 9,6 a 16,6 millones de toneladas y el crecimiento en la producción de soja de 55,3 a 57,3 millones de toneladas”, precisa el informe.

La mayor producción de granos de este ciclo supone una mayor demanda de combustible para el transporte, tanto en lo referente al flete corto como al envío de la producción a las terminales portuarias y a las industrias procesadoras.

Para estimar el volumen de gasoil que se consume al sembrar, pulverizar y cosechar los granos, los especialistas de la Bolsa rosarina toman como medida el gasoil que utiliza una máquina mediana y también se suma el combustible que se utiliza para transportar los insumos, entre otras variables. El trabajo estima que en esta etapa del proceso productivo se utilizan 903 millones de litros de gasoil.

Al calcular el consumo de gasoil para transportar los granos, el estudio analizar el flete corto (distancia de la chacra al acopio), los fletes largos (desde el acopio a los puertos o a la industria procesadora). En este rubro, el estudio calcula que se consumen unos 1.095 millones de litros de combustible.

El transporte de los granos en ferrocarril, que transporta el 14% de la cosecha, va a utilizar 34 millones de litros, según la proyección de la Bolsa rosarina. La diferencia es tan importante porque al transportar los granos en tren se consume una cuarta parte del gasoil, en comparación con un camión (que consume 0,40 litros gasoil por kilómetro).

El estudio concluye recordando que el Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales, de la Sociedad Rural, estima que el consumo total del sector agropecuario es de 3.800 millones de litros anuales. En esta cálculo se computa no solo los principales cultivos agrícolas, sino también la ganadería, la producción forestal y las frutas y hortalizas.

El estudio de la BCR, en cambio, se focaliza en la utilización de combustible para producir y transportar soja, maíz, girasol, sorgo, arroz, maní, trigo, avena, centeno, cebada cervecera, alpiste, cártamo, colza, lino, cebada forrajera y trigo candeal.

Fuente: Clarín Rural