Técnicos del INTA Rafaela –Santa Fe–, junto con la empresa Eye Farm, implementaron un sistema electrónico que evalúa cambios en los hábitos de los rodeos, en tiempo real. Este avance será presentado en Mercoláctea, la feria anual del sector lechero que se realizará desde el 21 al 23 de septiembre.
El sistema electrónico de monitoreo integral de vacas lecheras, implementado por técnicos del INTA junto con la empresa Eye Farm, permitirá monitorear los indicadores clave de comportamiento y anticipar la prevalencia de enfermedades, como la hipocalcemia subclínica.
Daniel Scándolo, especialista del INTA Rafaela –Santa Fe–, hizo hincapié en la importancia de monitorear de manera constante la salud de las vacas, especialmente los días previos y posteriores al parto, debido a que es el momento de mayor desarrollo de enfermedades asociadas al metabolismo animal.
“Conocer cuáles son los hábitos de un animal, como la cantidad de veces que visita el comedero, se acuesta y se para, nos ayuda a conocer su estado de salud y prever el desarrollo de enfermedades que impactan en la productividad del rodeo”, aseguró Scándolo.
Mediante un convenio de vinculación tecnológica, el INTA y Eye Farm avanzan en la puesta en funcionamiento del sistema Track a cow (desarrollado por la empresa israelí ENGS) que permite monitorear en tiempo real, y sin límite de distancia, los hábitos de comportamiento.
Ensayos realizados en tambos del INTA Rafaela buscan monitorear variables relacionadas con la nutrición y la salud de la vaca lechera, en el periodo del parto, y determinar posibles asociaciones para establecer criterios diagnósticos y terapéuticos.
“El sistema electrónico nos permite monitorear las condiciones de salud de los rodeos lecheros”, indicó Scándolo y explicó: “Detecta anomalías en el comportamiento de cada animal como tiempo de descanso, de alimentación y hasta de ingesta de agua”.
Alejandro Toso, propietario de la empresa, detalló las principales características que posee: “La incorporación de esta tecnología en los rodeos –confinados o pastoriles– permite llevar hasta un 96 % la tasa de detección de celo, así como aumentar las de preñez y concepción y, además, permite hacer un seguimiento de las condiciones de salud y bienestar”.
“La vaca es un animal de hábitos y tiene un comportamiento rutinario; cuando se registran cambios es un indicio de que algo está pasando, el animal no está bien”, afirmó Toso y agregó: “Mediante algoritmos específicos y muy avanzados, el sistema de monitoreo identifica las situaciones que representan riesgos –problemas de salud– u oportunidades –celos– y lo comunica de forma rápida y eficiente”.
En cuanto a las funciones de la herramienta, Toso destacó la posibilidad de enviar alertas en tiempo real a dispositivos móviles. “La plataforma está diseñada para enviar un mensaje cuando la vaca está próxima a parir o si detecta cambios en el comportamiento de un animal”.
El monitoreo del comportamiento en tiempo real y permanente de todo el rodeo, representa una herramienta de manejo para la toma de decisiones. “Esto adquiere mayor valor al momento de optimizar la eficiencia reproductiva y producción de leche de un rodeo, ya que permite mejorar las condiciones de salud y bienestar de las vacas, y la detección temprana de potenciales situaciones de riesgo para la salud”, analizó Toso.
Enfermedad oculta
La longevidad es uno de los factores más importantes en el crecimiento de los planteles lecheros. “Para preservar la salud de una vaca lechera en el período de transición –momento crítico días antes y después del parto– debemos conocer con precisión todo lo que le sucede al animal internamente, sobre todo porque hay enfermedades ocultas, de base metabólico-nutricional, como la hipocalcemia subclínica”, expresó Martín Maciel, investigador del Área de Investigación en Producción Animal del INTA Rafaela.
La hipocalcemia es una de las enfermedades metabólicas más frecuente en rodeos lecheros. De hecho, un estudio realizado en dos tambos pertenecientes al INTA Rafaela determinó que el 50 % del rodeo sufre hipocalcemia subclínica luego de parir.
“El problema no está sólo en la prevalencia de esta enfermedad, sino en lo que desencadena”, señaló Maciel quien analizó: “Además de ser un factor de riesgo, esta enfermedad compromete el apetito del animal y, entre otras cosas, incrementa la susceptibilidad al desarrollo de mastitis, retención de placenta, metritis –una afección que tiene incidencia en el 47 % de los casos y produce importantes pérdidas económicas–”.
Para maximizar la salud de las vacas y la cantidad de leche de calidad que producen, Maciel puntualizó en la importancia de “contar con herramientas que permitan reducir las pérdidas económicas –asociadas con gastos veterinarios–, descarte y disminución en la producción láctea”.
Fuente: InfoCampo
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