Si usted es agricultor o empresa que mezcla formulaciones, lo más probable es que necesite almacenar fertilizante líquido para sus cultivos o clientes. El almacenamiento de líquidos requiere de tanques aptos en los que pueda confiar para almacenar su fertilizante liquido hasta el momento de su uso. Cuando elija un tanque, podrá ver que existen dos tipos principales: aquellos fabricados de plástico reforzado con fibra de vidrio, y aquellos fabricados de polietileno.
Es muy importante tomar la decisión correcta cuando se necesita un tanque para su fertilizante líquido, por eso cuando esté por optar por plástico reforzado con fibra de vidrio o polietileno, ¿qué debería considerar?
Los tanques de plástico reforzado con fibra de vidrio se fabrican a mano o con un proceso semiautomático, mientras que los tanques de polietileno se fabrican utilizando un proceso totalmente automático. Cualquier cosa hecha a mano está sujeta al error humano y discrepancias. Cuando los procesos son automatizados, el resultado es un producto consistente con mínima probabilidad de defectos. El proceso utilizado para producir tanques de polietileno minimiza las chances de defectos.
La fabricación a mano o semiautomática es de labor intensiva. La producción automatizada tiene mucho menos costos de labor, lo cual significa que los tanques de polietileno son más económicos de producir. Además, los químicos con el paso del tiempo pueden mecharse en el plástico con fibra de vidrio, por lo que estos tanques requieren ser revestidos con anticorrosivos ricos en resina para prevenir daños. Por el contrario, los tanques de polietileno no necesitan revestimientos debido a sus propiedades de alta densidad, y fuerte equipamiento, ayudando a mantener los costos de fabricación bajos.
Los tanques de polietileno son moldeados como una sola pieza, sin uniones ni juntas. Algunos tanques de plástico reforzado con fibra de vidrio, sin embargo, se construyen en varias piezas, y luego son armados. A menudo, esto incluye cubiertas y bases separadas, así como también juntas en el cuerpo principal. Estas uniones son puntos débiles en la estructura y, luego de un periodo de tiempo y aun así con buen mantenimiento, tiende a tener pérdidas.
Gracias a su diseño, los tanques de polietileno requieren de muy poco mantenimiento. Al contrario, debido a las uniones, los revestimientos, y la estructura más reactiva, los tanques de plástico reforzado con fibra de vidrio requieren de mantenimiento regular para asegurar que se mantengan seguros y útiles. Se necesitan inspecciones habituales de todas las partes del tanque, lo que a menudo incluye tener que trabajar en lugares muy reducidos.
A veces los tanques necesitan ser movidos. Con el polietileno, esto es simple, ya que el plástico puede resistir sacudidas, golpes y también, en algunos casos, caídas. Los tanques de plástico reforzado con fibra de vidrio, sin embargo, son más frágiles e inflexibles, lo cual significa que pueden quebrarse fácilmente, aun siendo trasladados por expertos. Moverlos puede ser una tarea arriesgada.
Los tanques para el almacenamiento de fertilizantes líquidos de Duraplas están disponibles en tamaños desde los 2000 litros hasta los 26.000 litros, y más capacidad puede lograrse hasta los 500 000 litros interconectando los tanques. Son ideales para el almacenamiento de fertilizante a granel ya preparado, sin la necesidad de mezcla o agitación, Duraplas también fabrica las bases de soporte para sus tanques plásticos, haciéndolos una perfecta opción para su fertilizante líquido.
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